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| Daniel de la Rosa |
Erasmo Palemón Alamilla Villeda ya se fue. Como muchos lo querían, el ahora exprocurador de Justicia del Estado fue separado del cargo por el gobernador del Estado y en su lugar se nombró, por ahora de manera provisional (en tanto el Congreso no lo apruebe) al originario del estado norte, Daniel de la Rosa Anaya, sobre quien ya empezaron las habladurías, al igual que pasó con su antecesor.
Difícil saber si la salida de Palemón traerá la paz deseada para la entidad, sin embargo, las Olas que se generaron durante su gestión de dos años, podrían generar un tsunami en la administración de Carlos Mendoza Davis, si no se logran bajar los índices delincuenciales, principalmente en las llamadas narcoejecuciones, que hoy mantienen en vilo a la sociedad sudcaliforniana, principalmente la del sur.
Aquí lo importante es reflexionar sobre la descomposición social que vive la entidad a consecuencia de esta violencia que se ha disparado notablemente y que no se ve por dónde se pueda contener, trátese de la autoridad que se trate y que no queda de otra más que aplicar la frase del "sálvese quien pueda" o lo que es lo mismo, que cada quien se defienda con sus propias uñas, porque hoy, salir a la calle, es no saber si se regresará a casa.
Las olas que generó Palemón fueron eso, un grito de inconformidad colectiva, donde no se entiende lo qué está pasando y tampoco se comprende cómo es posible que no se pueda detener, sin embargo el exprocurador de Justicia solamente fue la válvula de escape a esas interrogantes, porque desde luego que la PGJE del estado no puede dar respuesta a esas interrogantes, considerando la bola de nieve en que se ha convertido la violencia, que vuelve incapaz a una sola intstitución, cuya función primordial es investigar los delitos, es decir, cuando éstos ya se cometieron.
De sobra es sabido que si algo ha fallado al estado mexicano en materia de delincuencia, es la prevención, porque se dejó pasar como muchas otras cosas, como la corrupción, el tráfico de influencias, la impunidad y la opacidad. Vicios generados por las instituciones, que permearon hacia la sociedad y hoy ya se hace complicado remar a contracorriente.
Hoy la prevención solamente dará resultados con el paso de los años y al estado no le queda más que el uso de la fuerza, por eso está llenando las ciudades de marinos, apoyados por las corporaciones locales, para tratar de inhibir la presencia de los grupos delincuenciales, aunque hasta ahora, no se han visto los resultados deseados.
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| Erasmo Palemón Alamilla |
Por eso, las Olas que deja Palemón y que le recaerán a su sucesor, están muy picadas, como las de un huracán y sin caer en el morbo o pronósticos alarmistas, mucho tendrán que hacer los tomadores de decisiones, desde allá, desde el centro, para que el tiempo amaine o de lo contrario, el tsunami puede ser devastador.

