martes, 24 de enero de 2017

Pensión vitalicia ¿rompimiento o complicidad?


-Alguien está perdiendo los papeles en el "newpanismo"

Resulta incongruente que en plena catástrofe social y económica, alguien o algunos, decidan establecer una pensión vitalicia para los magistrados del Tribunal Superior de Justicia del Estado. Más raro aún, cuando el presidente Peña Nieto acababa de decir que el pacto ese que se firmó disque para "proteger" la economía familiar, incluía decisiones de ahorro que asumirían los gobiernos estatales. Y todavía más extraño, que quien dictaminó la iniciativa, haya sido el meritito diputado Alfredo Zamora, ese al que no querían ni el exgobernador Marcos Covarrubias y ni el actual mandatario, Mendoza Davis, remember la charla telefónica entre el entonces "jefe" y el entonces senador, ahora gobernador.

De sobra es sabido que el panismo auténtico en Baja California Sur o "los loquitos" (también remember esa plática) se encuentra en vías de extinción, ya que la llamada "vieja guardia" del PAN, ha sido relegada al rincón de los recuerdos y no pinta para nada en esta estructura gubernamental roja y amarilla, pintarrajeada de azul. Bueno, pues esos que hoy enarbolan la bandera de los Gómez Morín, Maquíos y H. Alvarez, traen un  soberano desbarajuste en la entidad, que ya no hayan cómo hacerle para convencer al electorado de que sí están trabajando, cuando realmente quien les está haciendo la chamba es el gobierno federal. Es aquí cuando se nota que la doctrina no se simula, se asimila.

En medio de ese remolino de ineptitudes, resultó la aprobación de la pensión vitalicia y obviamente que eso mueve a saber de dónde partió tal descabellada iniciativa. Recientemente la autoridad local anuncio su estrategia para constrarrestar el gasolinazo y otras lindeces que el pueblo está padeciendo en sus bolsillos. Más bien pareció un distractor y una manera de mitigar la irritación social por la desfachatez de la citada pensión de por vida a los magistrados, de los cuales, la mayoría de la gente, ni sabe cuál es su trabajo.

Luego se dejó venir este compás de espera, que según, en estos días, deberá quedar sanjado, con modificaciones al dictamen del Congreso del Estado, que estableció que los magistrados del TSJE se den vida de reyes, una vez retirados de sus funciones. Y luego el diputado Alfredo Zamora, presidente de la comisión que dictaminó, salió a decir que el propósito de la pensión es evitar la corrupción. Si así fuera, lo cual dudo mucho, entonces que la lana se la den a los que están chambeando y no a los que van a andar de güevones.

En fin, el asunto es que el tema salió a relucir, por más que se quiso ocultar y cimbró a la estructura gubernamental. Otra pulga al perro flaco. Esto obviamente que no deja bien parado al gobierno de Carlos Mendoza. Por eso es que surge la duda sobre sí el avaló (porque de que sabía, sabía) esta iniciativa, lo cual sería una soberana tontería considerando los tiempos aciagos, dirían los escribanos de la revolución.

Ahora, si el asunto fue madruguete y decisión propia de los diputados panistas y la complicidad de los priistas (esto suena muy raro), entonces esto quiere decir que alguien no está haciendo bien su chamba en Palacio de Cantera, al no controlar a su gente y le está dando por su mauser al pesebre, porque palo dado ni Dios lo quita y con esta clase de asuntitos, magro favor le hacen al gobierno estatal, afanado como esta en limpiar su imagen a punta de boletines mal hechos y propaganda institucional inconsistente. Resulta raro que el gobierno estatal no haya fijado postura al respecto y tampoco el PAN, cuyo actual dirigente es bueno para salir a criticar a los demás, pero nunca ve la paja en el propio ojo.


El rumor es de que se echará para atrás el dictamen o que tendrá modificaciones. Seguramente no habrá cambios sustanciales, porque la intención es restregarle al pueblo que los ricos deben ser más ricos y los pobres, que sigan así y si se puede, peor.  Lamentable, porque esto quiere decir que este gobierno pintado de azul, en nada está cambiando las viejas formas de hacer gobierno, que tanto daño le han hecho a la sociedad. De nada están sirviendo los estudios en grandes universidades y los importantes puestos ocupados. A final de cuentas todo termina en lo mismo que los demás, donde el amiguismo y el "lo más que pueda para mí", resulta la premisa fundamental en un gobierno que prometió ser distinto.