-Alguien está perdiendo los papeles en el "newpanismo"
Resulta incongruente que en plena
catástrofe social y económica, alguien o algunos, decidan establecer una
pensión vitalicia para los magistrados del Tribunal Superior de Justicia del
Estado. Más raro aún, cuando el presidente Peña Nieto acababa de decir que el
pacto ese que se firmó disque para "proteger" la economía familiar,
incluía decisiones de ahorro que asumirían los gobiernos estatales. Y todavía
más extraño, que quien dictaminó la iniciativa, haya sido el meritito diputado
Alfredo Zamora, ese al que no querían ni el exgobernador Marcos Covarrubias y
ni el actual mandatario, Mendoza Davis, remember la charla telefónica entre el
entonces "jefe" y el entonces senador, ahora gobernador.
De sobra es sabido que el panismo
auténtico en Baja California Sur o "los loquitos" (también remember
esa plática) se encuentra en vías de extinción, ya que la llamada "vieja
guardia" del PAN, ha sido relegada al rincón de los recuerdos y no pinta
para nada en esta estructura gubernamental roja y amarilla, pintarrajeada de
azul. Bueno, pues esos que hoy enarbolan la bandera de los Gómez Morín, Maquíos
y H. Alvarez, traen un soberano
desbarajuste en la entidad, que ya no hayan cómo hacerle para convencer al
electorado de que sí están trabajando, cuando realmente quien les está haciendo
la chamba es el gobierno federal. Es aquí cuando se nota que la doctrina no se
simula, se asimila.
En medio de ese remolino de
ineptitudes, resultó la aprobación de la pensión vitalicia y obviamente que eso
mueve a saber de dónde partió tal descabellada iniciativa. Recientemente la
autoridad local anuncio su estrategia para constrarrestar el gasolinazo y otras
lindeces que el pueblo está padeciendo en sus bolsillos. Más bien pareció un
distractor y una manera de mitigar la irritación social por la desfachatez de
la citada pensión de por vida a los magistrados, de los cuales, la mayoría de
la gente, ni sabe cuál es su trabajo.
Luego se dejó venir este compás
de espera, que según, en estos días, deberá quedar sanjado, con modificaciones
al dictamen del Congreso del Estado, que estableció que los magistrados del
TSJE se den vida de reyes, una vez retirados de sus funciones. Y luego el
diputado Alfredo Zamora, presidente de la comisión que dictaminó, salió a decir
que el propósito de la pensión es evitar la corrupción. Si así fuera, lo cual
dudo mucho, entonces que la lana se la den a los que están chambeando y no a
los que van a andar de güevones.
En fin, el asunto es que el tema
salió a relucir, por más que se quiso ocultar y cimbró a la estructura
gubernamental. Otra pulga al perro flaco. Esto obviamente que no deja bien
parado al gobierno de Carlos Mendoza. Por eso es que surge la duda sobre sí el
avaló (porque de que sabía, sabía) esta iniciativa, lo cual sería una soberana
tontería considerando los tiempos aciagos, dirían los escribanos de la
revolución.
Ahora, si el asunto fue
madruguete y decisión propia de los diputados panistas y la complicidad de los
priistas (esto suena muy raro), entonces esto quiere decir que alguien no está
haciendo bien su chamba en Palacio de Cantera, al no controlar a su gente y le
está dando por su mauser al pesebre, porque palo dado ni Dios lo quita y con
esta clase de asuntitos, magro favor le hacen al gobierno estatal, afanado como
esta en limpiar su imagen a punta de boletines mal hechos y propaganda
institucional inconsistente. Resulta raro que el gobierno estatal no haya
fijado postura al respecto y tampoco el PAN, cuyo actual dirigente es bueno
para salir a criticar a los demás, pero nunca ve la paja en el propio ojo.
El rumor es de que se echará para
atrás el dictamen o que tendrá modificaciones. Seguramente no habrá cambios
sustanciales, porque la intención es restregarle al pueblo que los ricos deben
ser más ricos y los pobres, que sigan así y si se puede, peor. Lamentable, porque esto quiere decir que este
gobierno pintado de azul, en nada está cambiando las viejas formas de hacer
gobierno, que tanto daño le han hecho a la sociedad. De nada están sirviendo
los estudios en grandes universidades y los importantes puestos ocupados. A
final de cuentas todo termina en lo mismo que los demás, donde el amiguismo y
el "lo más que pueda para mí", resulta la premisa fundamental en un
gobierno que prometió ser distinto.
