lunes, 16 de enero de 2017

2017, la Tormenta Perfecta


-Qué hace BCS para contrarrestar la crisis?

Lo peor que le puede pasar a un gobernante, es que se le salgan de control los problemas sociales, económicos y políticos al  mismo tiempo. El tridente maldito o la tormenta perfecta. Y es lo que está pasando actualmente en México en los inicios de este 2017, cuando a la inestabilidad social producto de la inseguridad pública y otras complejidades, se le ha unido el megagasolinazo, que está disparando los precios y para acabarla de amolar, las locuras del Trump, ofrecen un panorama nada alentador.

Generalmente cuando uno de estos tres elementos está bien, las cosas más o menos caminan, porque uno sano, neutraliza a uno o dos malos de manera directa o indirecta. Por ejemplo, cuando lo político marcha, es posible que haga pasar por alto lo mal que pueda estar la economía y lo social. También se da el caso de que si hay control del gobierno en lo social, es fácil unirlo a lo político y con ello, ocultar lo mal que pueda ir la economía. Obviamente que si la economía marcha, lo demás es cosa menor.

En esa situación ha vivido México durante años, pero hoy la cosa empieza a ser distinta, porque no hay manera de contener lo económico, lo político y lo social, por más pactos que se anuncien. Actualmente el deporte nacional es pegarle al gobierno en turno y podríamos decir que bien merecido se lo tiene, aunque la culpa de lo que pasa sea parcial. Nadie está conforme con lo que sucede, principalmente las amas de casa y los trabajadores, aquellos que sí trabajan, no lo que se la pasan robando del presupuesto.

En Baja California Sur, los que gobiernan poco han dicho de las repercusiones que tendrá la situación nacional, siendo que esta entidad será de las más afectadas por el aumento de la gasolina, considerando lo que cuesta traer el combustible. Desde diciembre hubo aumentos, aprovechando la temporada, pero en los siguientes meses lo que viene no pinta nada bien para la frágil economía familiar. Lo lamentable es que quienes están al frente de la administración estatal y los Ayuntamientos, siguen apostándole a la política como recurso de siempre para salvar la situación, pero la realidad es que el discurso vacío y el boletín de prensa, ya no detiene la andanada de la inconformidad social.

No sabemos si el gobierno del mejor futuro estará haciendo lo conducente para contener esa molestia de la población, pero al menos por ahora no se ve claro y considerando que Baja California Sur es un estado eminentemente turístico, ignoramos si la administración estatal y las municipales, habrán coordinado estrategias en caso de que al loco Trump, en esa tirria que trae contra México, habrá considerado, por ejemplo, aplicar algún impuesto a los turistas que quieran visitar México y conceda estímulos a quienes vacacionen en su país. Eso sería fatal para la entidad. Ah, pero nuestros avezados estrategas gubernamentales deben estar preparadísimos para lo que pueda presentarse (Ajá!).

En este momento crítico que se vive y que se seguirá viviendo, al menos durante todo este año, la padecerán, tanto los que gozamos del desempleo obsequiado en aras del mejor futuro, como aquellos que tienen un humilde empleo. Para los desempleados, es obvio el daño ante la pérdida del poder adquisitivo. Para quienes tienen un sueldo seguro, no habrá más posibilidades de crecer y como ya sucede entre muchos integrantes de la burocracia sudcaliforniana, algunos beneficios serán eliminados.


Así las cosas, son tiempos de hacer más que decir. Pero aquí, sigue prevaleciendo la palabrería y el mensaje insulso, hueco y arropado por el marketing, buscando darle atole con el dedo y eso, como la misma frase, ya es anticuado y no sirve más que para incrementar el odio hacia el gobierno o al menos, la desconfianza.