- Ambicioso e incierto programa contra la inseguridad.
El gobernador Carlos Mendoza Davis lanzó su programa
"Vivir en Paz", que pretende abatir la delincuencia en Baja
California Sur, mediante tres ejes fundamentales que son: Recuperar, Prevenir y
Cuidar. Y las acciones van desde los
novios violentos hasta las reformas
legales. Se trata de una estrategia tanto ambiciosa como incierta, porque no es
tarea fácil y porque, para que sea exitosa, será necesaria la participación
ciudadana y una efectiva coordinación de esfuerzos institucionales
Si bien el lanzamiento de esta propuesta no es para salir a
celebrar, como ya lo hacen muchos servidores públicos panistas, a través de las
redes sociales, si es para reconocer que al menos se trata de un primer paso
que no se había querido o no se había podido dar. Que llega un poco tarde, es
cierto, porque esta debió ser de las acciones iniciales de la actual
administración estatal, es decir, hace un año que debió empezar a caminar. Tal
vez la cuestión de disponibilidad de recursos lo frenó, pero mínimo las
reformas legales debieron estar avanzando. O sea, no hay pretexto que valga.
Hoy, como en una obra de teatro, estamos avisados e invitados
a una primera llamada, que es la presentación. La segunda deberá ser, cuando
toda la estrategia se encuentre en marcha y la tercera, ahora sí, cuando se
tenga que salir a reconocer el esfuerzo ante los buenos resultados, si es que
los hay, si no, a atenerse a las consecuencias. No sabemos si cinco años serán
suficientes, pero seguramente que al incluir reformas legales, el programa está
pensando de manera permanente, es decir, que vaya más allá de un sexenio y que
pueda ser la herramienta que permita prevenir los delitos y aplicar los correctivos necesarios.
Desde luego que este tipo de acciones tienen una ambivalencia,
la efectividad y la participación. Actualmente ya hay quienes la descalifican a
priori, en parte porque todo lo institucional suena a mentira o a más de lo
mismo. Pudiera ser, pero ojalá las palabras de Peña Nieto sean proféticas y que
no todos los presidentes (gobernantes) se despiertan pensando en joder al
pueblo. Ojalá que la voluntad de Mendoza Davis no sea una mentira gubernamental
más, previa al difícil compromiso de armar un primer informe de gobierno, que
de entrada está hueco por la falta de resultados en todos los rubros.
Qué se requiere para que los resultados sean los esperados.
Solamente dos cosas: Capacidad humana y recursos económicos. ¿Los tiene el
Gobierno del Estado? Si se tardaron tanto en empezar a trabajar, ojalá que así
sea. Se habla de patrullas, de cámaras de video-vigilancia, de armamento y
equipo, de alumbrado, de prevención en secundarias, se reformas legales,
puestos de revisión y muchas cosas más. Suena bonito. A los ciudadanos nos
corresponderá exigir cuentas al respecto y no dejar que esto se convierta en
otra arma electorera.
Sin duda que Carlos Mendoza, al diseñar y lanzar este
programa, sabe que juega con fuego. Ojalá quepa la cordura de que vale más arriesgar
la clientela política, a quedarse con las manos cruzadas en materia de
violencia. Ya ven que a veces, ni funcionando las cosas se tiene contento al
ciudadano. Pero también sabemos de sobra, que muchas veces los programas
funcionan en los números que se reportan a México, más no en las calles, las
colonias, las comunidades y rancherías. Que al menos en este tema, el
maquillaje sea enviado al rincón del olvido y que prevalezca la realidad, por
más cruda que sea.
