viernes, 28 de octubre de 2016

Vivir en Paz, primera llamada


- Ambicioso e incierto programa contra la inseguridad.

El gobernador Carlos Mendoza Davis lanzó su programa "Vivir en Paz", que pretende abatir la delincuencia en Baja California Sur, mediante tres ejes fundamentales que son: Recuperar, Prevenir y Cuidar.  Y las acciones van desde los novios violentos hasta las  reformas legales. Se trata de una estrategia tanto ambiciosa como incierta, porque no es tarea fácil y porque, para que sea exitosa, será necesaria la participación ciudadana y una efectiva coordinación de esfuerzos institucionales

Si bien el lanzamiento de esta propuesta no es para salir a celebrar, como ya lo hacen muchos servidores públicos panistas, a través de las redes sociales, si es para reconocer que al menos se trata de un primer paso que no se había querido o no se había podido dar. Que llega un poco tarde, es cierto, porque esta debió ser de las acciones iniciales de la actual administración estatal, es decir, hace un año que debió empezar a caminar. Tal vez la cuestión de disponibilidad de recursos lo frenó, pero mínimo las reformas legales debieron estar avanzando. O sea, no hay pretexto que valga.

Hoy, como en una obra de teatro, estamos avisados e invitados a una primera llamada, que es la presentación. La segunda deberá ser, cuando toda la estrategia se encuentre en marcha y la tercera, ahora sí, cuando se tenga que salir a reconocer el esfuerzo ante los buenos resultados, si es que los hay, si no, a atenerse a las consecuencias. No sabemos si cinco años serán suficientes, pero seguramente que al incluir reformas legales, el programa está pensando de manera permanente, es decir, que vaya más allá de un sexenio y que pueda ser la herramienta que permita prevenir los delitos y  aplicar los correctivos necesarios.

Desde luego que este tipo de acciones tienen una ambivalencia, la efectividad y la participación. Actualmente ya hay quienes la descalifican a priori, en parte porque todo lo institucional suena a mentira o a más de lo mismo. Pudiera ser, pero ojalá las palabras de Peña Nieto sean proféticas y que no todos los presidentes (gobernantes) se despiertan pensando en joder al pueblo. Ojalá que la voluntad de Mendoza Davis no sea una mentira gubernamental más, previa al difícil compromiso de armar un primer informe de gobierno, que de entrada está hueco por la falta de resultados en todos los rubros.

Qué se requiere para que los resultados sean los esperados. Solamente dos cosas: Capacidad humana y recursos económicos. ¿Los tiene el Gobierno del Estado? Si se tardaron tanto en empezar a trabajar, ojalá que así sea. Se habla de patrullas, de cámaras de video-vigilancia, de armamento y equipo, de alumbrado, de prevención en secundarias, se reformas legales, puestos de revisión y muchas cosas más. Suena bonito. A los ciudadanos nos corresponderá exigir cuentas al respecto y no dejar que esto se convierta en otra arma electorera.


Sin duda que Carlos Mendoza, al diseñar y lanzar este programa, sabe que juega con fuego. Ojalá quepa la cordura de que vale más arriesgar la clientela política, a quedarse con las manos cruzadas en materia de violencia. Ya ven que a veces, ni funcionando las cosas se tiene contento al ciudadano. Pero también sabemos de sobra, que muchas veces los programas funcionan en los números que se reportan a México, más no en las calles, las colonias, las comunidades y rancherías. Que al menos en este tema, el maquillaje sea enviado al rincón del olvido y que prevalezca la realidad, por más cruda que sea.