domingo, 2 de octubre de 2016

"Liza", no más olvido


- ¿Realmente hemos avanzando en cultura de la prevención?.

El reciente fin de semana, concretamente el viernes 30 de septiembre, se cumplieron 40 años de la llegada del huracán "Liza" a Baja California Sur, que devastó gran parte de la ciudad de La Paz y ocasionó miles de muertes. Este acontecimiento tan trágico, que debería ser referente obligado para fortalecer las políticas y acciones en materia de prevención de desastres, fue de poco interés para las autoridades locales, que lo han colocado en el estante de las ceremonias protocolarias, donde solamente se copia y pega el discurso del año anterior, se coloca la tradicional ofrenda floral y listo, el tema está acabado.

Para las autoridades estatales y municipales, conmemorar la tragedia del "Liza" es solamente dar cumplimiento a la efeméride estatal "pa´ que no digan que no nos acordamos". Obviamente el rollo oficial va en el sentido de que total, actualmente hay mucha cultura de la prevención y de que la sociedad ya está más que puesta para enfrentar una catástrofe (Ajá!!) o dicho de otra manera, que los desastres nos pelan los dientes o para ser más precisos, como dijera el profe Gajón de la Toba hace algunos ayeres "¡que vengan los huracanes, no les tenemos miedo!". Así de machitos andamos también ahora.

Obviamente que este desinterés por la enseñanza que pudo dejar el "Liza", es una muestra de que realmente no estamos preparados para los desastres. Y para no ir tan lejos, lo vimos recientemente con el huracán "Newton", donde cinco pescadores perecieron en una embarcación, en un hecho que no ha sido aclarado. Unas versiones dicen que fue culpa de ellos, por no atracar en Los Cabos y otras que de las autoridades portuarias, que les negaron el acceso.  Recordemos que para zanjar la discusión, el gobernador Carlos Mendoza Davis dijo, palabras más, palabras menos, que el saldo había sido blanco, porque esos cinco pescadores no contabilizaban como pérdidas humanas, ya que no eran de aquí (Baja California Sur). Así de cultos estamos en eso de la prevención.

Algo que las autoridades no alcanzan a entender, es que no todos los sobrevivientes del "Liza", están vivos todavía o radican en La Paz. Muchos ya fallecieron por el paso de los años o emigraron a otros lugares. Encontrar testimonios al respecto, cada vez es más difícil, porque a los viejos no se les haya tan fácilmente y están los de quienes eran niños en ese entonces, pero las imágenes son difusas por la edad de entonces y los años transcurrridos.  Entonces, hay una nueva generación de ciudadanos que no están debidamente orientados y sobre todo, actualizados en materia de prevención. El ejemplo es "Odile" en 2014, que nadie pensó que pegaría y las complicaciones sociales y económicas fueron severas. Está generación del "Odile" es la que apenas está empezando a tomar conciencia al respecto, pero si no ve seriedad en la autoridad, toma lo que dicta la voz popular.

Curiosamente la única actividad donde el tema se tocó con profesionalismo, fue en una conferencia ofrecida por el compañero periodista e historidaor, Elino Villanueva González, autor del libro "El Huracán Liza", editado por la UABCS, quien actualmente es catedrático de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro), quien lamenta el olvido en que se está dejando este hecho, que no se le dé la importancia debida y que no haya existido un seguimiento oficial para aclarar que fue lo que ocasionó realmente la tragedia del 30 de septiembre y primero de octubre de 1976.

También expone, que siendo La Paz una zona de desfogue natural del agua de lluvia que cae en la sierra, se sigan autorizando permisos de construcción en el cauce natural de esas avenidas. Claro, esa es la pregunta que muchos nos hacemos y que ninguna autoridad ha podido o no ha querido responder, porque gustan de practicar ese relajante juego de la pelotita blanca y una mesa con red (ping-pong) y nadie asume la responsabilidad. Cada que se acerca la temporada de huracanes, se empieza a hablar de las zonas de riesgo, pero después, todo queda en el olvido.


Ojalá se logre concretar el proyecto de la licenciatura en Protección Civil en la Universidad Autónoma de Baja California Sur, porque eso daría pie a que realmente y no por discurso, empecemos a ganarle terreno a la prevención de los daños a la población en caso de un desastre y que no andemos presumiendo que somos los "Juan Camaney" de la protección civil, cuando tenemos arroyos completos tupidos de casas, por donde, algún día, los caudales de agua reclamarán su pertenencia.