-El alcalde de La Paz no puede con el cargo.
Voy a bordo de mi Garrari con
todo la familia, felices y contentos, platicando de esto y aquello y de
repente, en una de tantas calles de La Paz, exactamente atrás del Chedraui
Colima ¡¡pas!!, el golpazo que hasta el tuétano nos llegó y mi ya de por si
destartalada unidad móvil parece llorar de la tunda que se acaba de llevar, al
caer en uno de los cientos de pozos que nos dejaron las lluvias.
Afortunadamente mi vehículo como que ya se está acostumbrando a estos
traqueteos, porque increíblemente sigue rodando. Claro que ahora, con la
incorporación de un nuevo chirrido de no sé qué parte y pues, a esperar la hora
en que algo salga botando de allá abajo y ver hasta dónde puede llegar mi
carcacha.
![]() |
| Hace un año, todas las promesas del mundo. |
Este pasaje no me pasó por
pen...sante, sino porque ya es un reto extremo lograr eludir todos los baches
que aparecen ante los automovilistas, principalmente cuando se toman calles que
poco se transitan. Pero también sucede porque la administración municipal
panista que encabeza Armando Martínez Vega, no ha tenido la capacidad para
responder a las demandas ciudadanas. La ciudad es un fiel reflejo de su
gobierno, llenó de hoyos por todos lados, que no ha podido tapar, para al menos
amortiguar los golpes que se lleva la sociedad a cada momento. Ojalá que este
mal momento, fuera sólo un bache para gobierno municipal. Pero parece que no lo
es.
Y es que el gobierno municipal
parece verse en un espejo de lo que es la administración estatal: incapacidad
total para gobernar. Una gran diferencia: se supone que Armando Martínez sí es
sensible al sentir de la población, porque él sí nació en cuna de tierra. Pero
algo le está fallando; no sabemos si es él o su equipo de trabajo, pero de que
la cosa no marcha, eso es evidente y mientras tanto, la ciudad se le cae a
pedazos y eso, además de lamentable, es reprochable, porque se supone que la
mayoría de la gente votó por él, para que las cosas fueran mejor.
Sabemos que los Ayuntamientos son
las administraciones que más padecen la falta de recursos, porque son las que
más demanda social tienen. Sin embargo, si andan de machitos peleándose por
llegar, entonces que no lo hagan sólo para tener un escalón en su carrera
política, sino que cumplan, ya no todo, pero sí al menos la mayor parte de lo
que prometen en campaña. Porque está no es "La Paz que Queremos" y es
más, está es La Paz que Detestamos. Ya están como los del "Mejor
Futuro", que nunca aclararon para quién o quiénes sería y mírenlos como
tienen de jodido al estado.
Es lo malo de que rojos,
mezclados con amarillo, hoy anden de azules, porque en eso se les decolora la
ideología y llegan a cargos públicos para cumplir la cuota de grupos y nombran
como colaboradores a cuanto sátrapa les lame los pies y el resultado es la inoperancia
total de una estructura gubernamental importante y fundamental para dar calidad
de vida a los ciudadanos. Definitivamente, el gobierno de Armando Martínez,
para nada está siendo una solución y ya está pasando a ser un problema más de
los paceños.
Recopilo un párrafo de lo que dijo el
ahora alcalde paceño, al asumir el cargo hace exactamente un año, el 27 de septiembre
del 2015: “estamos
ofendidos porque una pésima administración hereda la mayor deuda pública en la
historia del municipio, más de 1 mil millones de pesos y que al término de esta
gestión, La Paz quedó obscura, sucia, con baches, en quiebra y sin esperanza”.
Y así seguimos
señor alcalde, así seguimos.

