- La desesperación gubernamental golpea al ciudadano.
Algo que hacen las grandes
naciones para reducir la morosidad en el pago de impuestos y servicios, es mantener
bajas las tasas y las tarifas. Eso
permite que la mayoría asuma como algo normal pagarle al gobierno las
contribuciones a que está obligado. Sin embargo, en México ocurre lo contrario
y el resultado es el incremento de impuestos y tarifas y una alta morosidad. En
el caso concreto de Baja California Sur, se pensaba que los "genios"
azules, modificarían esta costumbre. Prefirieron ir por la fácil, porque a un
año de haber llegado a gobernar la entidad y los municipios, ya aumentaron la
tarifa fija del agua, las reconexiones y está en puerta el alza en la tabla de
los valores catastrales. Más lo que se acumule o lo que
ya se acumuló y ni nos dimos cuenta. Todo por la desesperación de captar el
dinero que necesitan para cumplirle a sus trabajadores.
Está bien visto que los
gobernadores y alcaldes panistas, no soy muy diferentes a sus antecesores
priistas y perredistas. Es más, hasta parece que los están superando, porque
algo que se está demostrando, tanto en el caso local como en el de otras
entidades, es que los panistas no saben gobernar. ¡Novatos!. Posiblemente se
deba a que la mayoría de los que están hoy en el gobierno estatal y los
Ayuntamientos, son simples grillos saltarines con un canto bastante enfadoso, al
prometer melodiosamente el "mejor futuro" y "La Paz que
queremos" y cada vez se ve más lejana la posibilidad.
Ante estas alzas generadas a
partir del 2015, ya no se sabe quiénes son más abusivos, si los que tienen
toman clandestinas, o no renuevan su licencia de conducir o no pagan el predial
o los que elevan descarada e inmisericordemente los impuestos y las tarifas de los
servicios, con el único fin de agandallar lo más que puedan, el dinero para
sortear sueldos y salarios de su excesiva nómina y los jugosos bonos y lujos de
que gozan quienes ocupan los más altos puestos. Las Suburbans en que se pasean
estos jerarcas, salen de los ciudadanos y como necesitan llantas, gasolina,
blindaje y otros aditamentos, pues obviamente que urge seguirle rascando al jodido
pueblo.
Pero esta abusiva forma de
gobernar ya está empezando a colmar la paciencia de los ciudadanos, que ven
como el gobierno estatal y los Ayuntamientos, les obligan a cerrar sus
negocios o incrementar los precios de lo que venden, con la consabida disminución de la clientela; ajustar el gasto familiar
para poder pagar la nueva tarifa del agua y obviamente, prepararse para el alza
del predial y por lo que se ve, algunos otros incrementos que se avecinan y que
prácticamente vendrán a ahorcar a los que diariamente luchan por ganarse la
vida honestamente y no como ellos, que cada que pueden, le pegan una tarascada
al presupuesto, para fines personales.
No sé si quienes gobiernan ahora,
andan todavía con la confusión ideológica de si son priistas o panistas. Y es
que la mayoría de ellos son desertores del PRI y arribistas del PAN. En el PRI
los desprecian por traidores y en el PAN rechazan por soberbios y autoritarios.
Es decir, andan a la deriva, trabajando por proyectos particulares de los que
ya se tendrán noticias en el 2018, pero no acaban de aterrizan una propuesta
auténtica, surgida de al menos un consenso de sectores de un partido.
Obviamente que este tipo de gobiernos, no consultan con los ciudadanos.
Los casos de Padrés en Sonora y
Malova en Sinaloa, quienes alguna vez militaron en el PRI, son un claro ejemplo
de lo que puede esperarnos con Carlos Mendoza Davis y su camarilla. La ruta que
se está siguiendo actualmente en Baja California Sur, es similar a la de los
dos estados vecinos. Guillermo Padrés y Mario López, les importaba un pepino lo
que opinaran los ciudadanos; actualmente aquí sucede lo mismo. Ambos imponían a
su antojo cobros de impuestos y servicios y eso ya lo estamos viviendo. A los
dos no le salieron las cuentas; aquí hará falta mucho Mary Kay.
Tal vez por eso, en la pasada
reunión del Consejo Estatal del PAN, el gobernante sudcaliforniano fue claro
con el "new bread". Palabras más, palabras menos, les dijo: "en
el 2018, no se esperen otro carro completo". Pues claro, si sabe de las
cajeteadas que se están aventando y las que se aventarán, todo con el afán de
exprimir lo más que se pueda al pueblo, para ellos y sus allegados tener su
mejor futuro y los ciudadanos se queden con la paz que se perdió.
