- ¿Por qué la gente alza la voz por su cuenta?.
¿Ser diputado es liderazgo o es
burocracia? ¿es compromiso o es conformismo? ¿es algo o es nada? Pareciera que
lo segundo, porque los diputados difícilmente pueden representar a la sociedad,
cuando a quien sirven es a un gobernante, a un partido o a sus propios
intereses. Es por eso que la gente está levantando la voz por su cuenta, ya que
sus representantes ante el Congreso del Estado, no están asumiendo la parte que
les corresponde y por el contrario, su labor legislativa la distraen en
iniciativas intrascendentes, como las que les envía el patrón o bien cuando salen
a fijar posicionamientos, respecto a temas que les caen de rebote o que se
generan en el centro del país.
Llama la atención el video de una
dama de Guerrero Negro, donde expone que la sociedad ya está harta de lo que
ocurre con la delincuencia en aquella comunidad, tan alejada de la mano del
grillo mayor, por eso advierte algo muy importante "si a La Paz no le
hacen caso, mucho menos a nosotros". La cruda realidad de las cosas, ya
que añade que las autoridades que en campaña les bajaron el cielo y las
estrellas, hoy hacen oídos sordos a los reclamos de la sociedad y lo que es
peor, que los mismos policías saben quiénes son los delincuentes o bien, son
tantas las trabas burocráticas que le ponen a la víctima, que prefieren
desistirse de las demandas y por eso los delincuentes andan como si nada.
Así o más claro. Pero obviamente
para los diputados esto no sucede. Las cosas, como dicta el patrón, van bien y
se han reducido los niveles de la delincuencia y para no hacer el cuento largo,
el mejor futuro ya está a la vuelta de la esquina (Ajá!!). Lo decía en columna
anterior, una cosa son las cuentas alegres del gobierno y otra muy distinta la
realidad que vive el ciudadano cada día. Los números son fríos pero el pueblo
está caliente. Ya no está dispuesto a admitir más estadísticas hechas a
conveniencia o sesgadas en la parte que les conviene.
Pero, este clamor ciudadano no
debería existir porque para eso están los diputados, para que sus quejas y
demandas sean hechas leyes o al menos, trasmitidas a las instancias
correspondientes. Pero no sucede así, porque los diputados se vuelven amigos de
todos y entonces, no pueden andar molestando a los cuates sólo por el mitote de
una vieja loca, dirán ellos. Lo que no entienden y no alcanzan a comprender, es
que ya son muchos los ciudadanos que están pidiendo respuestas a la
descomposición social que se vive a causa de la delincuencia.
Qué caso tiene que exista un
Congreso del Estado, donde 21 personas cobran jugosos sueldos, tienen gasolina
gratis, medicina privada, boletos de avión y tantos beneficios, para
representar al pueblo sudcaliforniano y sin embargo, la gente sigue haciendo
las cosas por su cuenta, porque nadie la escucha. Los legisladores locales se
escudan en que ellos están para hacer y modificar leyes. Pues sí, pero que las
leyes surjan de las propuestas de los ciudadanos y no del Palacio de Cantera.
Ah pero eso sí, se ufanan tanto cuando aprueban una Ley enviada por el patrón.
Y peor tantito cuando desde el teléfono "rojo" les llega la llamada
de agradecimiento. Pero si un ciudadano cualquiera le fundamenta la necesidad
de reformar o crear una Ley, lo tiran a loco.
Y lo más grave, como sucede en
muchas instituciones oficiales donde se ofrecen servicios al grueso de la
población, como salud y educación, entre otras, los diputados piensan que le
hacen un favor a los ciudadanos cuando se dignan a atenderlos, siendo que se
trata de una obligación porque para eso se les paga con recursos que el pueblo
aporta. Si la cosa sigue así, tendrá que llegar el momento en que la gente
exija que desparezca la figura del diputado, porque de nada sirve que sea
solamente caja de resonancia del gobernante en turno, mientras que el ciudadano
por más que patalee, nunca tendrá la atención que se merece.

