martes, 16 de agosto de 2016

Rancho San Juan, revés para De la Rosa



* Restituirle el agua a Narciso deja mal parado al alcalde.

De concretarse lo establecido por un juez, para que se restituya el agua al rancho San Juan, propiedad de Narciso Agúndez Montaño, se estará proporcionando un revés de gran magnitud al Ayuntamiento de Los Cabos, que preside  Arturo de la Rosa, quien estaría haciendo el ridículo en su desesperado intento por asestar un golpe político a su ahora archirival, con quien en otros tiempos llegó a compartir el pan y la sal y algo más.

Cobijado por su aparato publicitario, pretendió hacer quedar mal exgobernante sudcaliforniano, al exhibirlo como el malo de la película, porque según esto contaba con tomas clandestinas de agua potable, al igual que su amigo, casi hermano, socio y cómplice, Luis Armando Díaz, lo cual ahora tendrá que demostrarse plenamente y eso representa un grave riesgo para la imagen institucional del Ayuntamiento de Los Cabos y la aspiración política de De la Rosa.

Por ahora el juez determinó la suspensión provisional se reabrir las tomas de agua que habían sido suspendidas en el mes de julio, en tanto se resuelve la suspensión definitiva, sin embargo, esto no no es nada bueno, ya que significa que algunas cosas se están haciendo con las patas o al calor del hígado en la administración municipal cabeña y eso no le conviene a los ciudadanos, por lo cual, con todo el dolor de su corazón, el alcalde deberá llamarle la atención a René Núñez, titular del Sistema de Agua Potable y al responsable de Comunicación Social, José Manuel Santoyo, porque fueron los que armaron todo el entramado, que a final de cuentas se les está yendo de las manos.

Se entiende que estos malabares legaloides tienen que ver con pugna política del PAN contra el PRD, en manos de las familias Agúndez y Montaño, en parte por el desorden en que dejó la administración municipal el Tony Agúndez, hermano de Narciso, pero principalmente por el peso político que tiene el dúo dinámico de Narciso y Leonel,  que representaría un fuerte trabuco para las aspiraciones de  Arturo de la Rosa de ser gobernador y por lo cual, desde ahora busca cualquier resquicio para dejar fuera de la jugada a sus principales adversarios. Sin embargo, fácil no la va a tener.

También se trata de la vendeta personal de René Núñez en contra de Narciso Agúndez, ya que después de haber sido grandes amigos, al grado de que siendo gobernador este último, lo hizo presidente municipal de Los Cabos; cuando se trató de elegir al sucesor de Narciso, el ahora titular del Sistema de Agua Potable fue uno de los pretensos por el PRD y se le pidió que solicitará licencia, dejando provisionalmente en el cargo a Mirna Xibillé. Desde luego que no le dieron la candidatura, pero tampoco le regresaron la alcaldía. Eso de quedar como el perro de las dos tortas, no le agradó nadita y desde entonces se ha guardado el momento de cobrar venganza política.

Sin embargo, a veces no pensar las cosas puede resultar contraproducente y es lo que le podría ocurrir a Arturo de la Rosa y su grupo, si Narciso Agúndez les demuestra que está al corriente en sus pagos del servicio de agua y que no hay nada que le puedan reclamar. Y es que esto también le pega al gobernador Carlos Mendoza, que quedará exhibido como alguien que no tiene el control de "su gente" y que le están causando problemas innecesarios, porque cualquiera sabe que si se va a orquestar un golpe de esta naturaleza, se debe tejer finito. Si no se sabe,  mejor ni entrarle.

Así las cosas, a Arturo de la Rosa le está sucediendo lo peor que le puede pasar a un político: que sus principales colaboradores se conviertan en Judas o al menos, que le jueguen el dedo en la boca y actúen por su cuenta, en base a engaños. Así, cuando las cosas salen mal, el jefe es quien tiene que salir a poner su carota y quedar como un perfecto idiota. Todavía no es el caso, pero si no se miden, para allá van.