* Restituirle el agua
a Narciso deja mal parado al alcalde.
De concretarse lo establecido por
un juez, para que se restituya el agua al rancho San Juan, propiedad de Narciso
Agúndez Montaño, se estará proporcionando un revés de gran magnitud al
Ayuntamiento de Los Cabos, que preside
Arturo de la Rosa, quien estaría haciendo el ridículo en su desesperado
intento por asestar un golpe político a su ahora archirival, con quien en otros
tiempos llegó a compartir el pan y la sal y algo más.
Cobijado por su aparato
publicitario, pretendió hacer quedar mal exgobernante sudcaliforniano, al
exhibirlo como el malo de la película, porque según esto contaba con tomas
clandestinas de agua potable, al igual que su amigo, casi hermano, socio y
cómplice, Luis Armando Díaz, lo cual ahora tendrá que demostrarse plenamente y
eso representa un grave riesgo para la imagen institucional del Ayuntamiento de
Los Cabos y la aspiración política de De la Rosa.
Por ahora el juez determinó la
suspensión provisional se reabrir las tomas de agua que habían sido suspendidas
en el mes de julio, en tanto se resuelve la suspensión definitiva, sin embargo,
esto no no es nada bueno, ya que significa que algunas cosas se están haciendo
con las patas o al calor del hígado en la administración municipal cabeña y eso
no le conviene a los ciudadanos, por lo cual, con todo el dolor de su corazón,
el alcalde deberá llamarle la atención a René Núñez, titular del Sistema de
Agua Potable y al responsable de Comunicación Social, José Manuel Santoyo,
porque fueron los que armaron todo el entramado, que a final de cuentas se les
está yendo de las manos.
Se entiende que estos malabares
legaloides tienen que ver con pugna política del PAN contra el PRD, en manos de
las familias Agúndez y Montaño, en parte por el desorden en que dejó la
administración municipal el Tony Agúndez, hermano de Narciso, pero
principalmente por el peso político que tiene el dúo dinámico de Narciso y
Leonel, que representaría un fuerte
trabuco para las aspiraciones de Arturo
de la Rosa de ser gobernador y por lo cual, desde ahora busca cualquier
resquicio para dejar fuera de la jugada a sus principales adversarios. Sin
embargo, fácil no la va a tener.
También se trata de la vendeta
personal de René Núñez en contra de Narciso Agúndez, ya que después de haber
sido grandes amigos, al grado de que siendo gobernador este último, lo hizo
presidente municipal de Los Cabos; cuando se trató de elegir al sucesor de
Narciso, el ahora titular del Sistema de Agua Potable fue uno de los pretensos
por el PRD y se le pidió que solicitará licencia, dejando provisionalmente en
el cargo a Mirna Xibillé. Desde luego que no le dieron la candidatura, pero
tampoco le regresaron la alcaldía. Eso de quedar como el perro de las dos
tortas, no le agradó nadita y desde entonces se ha guardado el momento de
cobrar venganza política.
Sin embargo, a veces no pensar
las cosas puede resultar contraproducente y es lo que le podría ocurrir a
Arturo de la Rosa y su grupo, si Narciso Agúndez les demuestra que está al
corriente en sus pagos del servicio de agua y que no hay nada que le puedan
reclamar. Y es que esto también le pega al gobernador Carlos Mendoza, que
quedará exhibido como alguien que no tiene el control de "su gente" y
que le están causando problemas innecesarios, porque cualquiera sabe que si se
va a orquestar un golpe de esta naturaleza, se debe tejer finito. Si no se sabe, mejor ni entrarle.

