jueves, 18 de agosto de 2016

PRI vs PRI en BCS


*  A la espera de su líder nacional, quien enfrenta impugnación ante el TEPJF.

Al priismo de Baja California Sur solamente puede salvarlo el priismo de Baja California Sur. No hay de otra, por más Ochoas Reza que lleguen. Mientras las tribus tricolores no se pongan de acuerdo, seguirá  este merequetengue en que se ha convertido el PRI en el estado y que lo alejan cada vez más de la posibilidad de que en el corto o mediano plazo, logren recuperar el poder.

A propósito de la próxima visita que dicen hará a La Paz y posiblemente a Los Cabos, el líder nacional del Revolucionario Institucional, muchos son los que han desenfundado la espada, otros se dan una buena acicalada y algunos más han sacado del baúl de los recuerdos, viejos y gastados discursos. Todo con el fin de impresionar al ilustre visitante y ganarse su afecto, en una clara muestra de que los priistas sudcalifornianos, jalan cada quien por su cuenta y se olvidan que son los inventores el protocolo a la mexicana.

Enrique Ochoa Reza
Los ilusos, porque aunque no lo crea, ahora hasta priistas ilusos tenemos (como que la lejanía del poder los ha hecho así) piensan que Enrique Ochoa Reza calmará de golpe y porrazo las aguas broncas del tricolor. Negativo, porque si bien el llamado será ese, la militancia más activa y los dirigentes de cada uno de los grupos que buscan encabezar al partido, tendrán que iniciar, como la canción de los Beatles, un largo y sinuoso camino. Y a ver cuántos llegan al final.

La dirigencia nacional poco o nada hará para que los rijosos que han puesto de rodillas al tricolor, logren entenderse. Encabezará reuniones donde se hablará de unidad, de lealtad, de recuperar el poder y de que se les acabó el recreo. Luego el procedimiento será el mismo: nombrar a un delegado o ratificar al que ya existe (esto último lo dudamos, pero si es así, mal síntoma) y así, empezar a caminar.

 Se hará un diagnóstico de la situación real del partido, su posicionamiento en la sociedad y la situación que guardan los que gobiernan la entidad. Ochoa Reza cumplirá así el protocolo de visitar la entidad, en este recorrido nacional, luego de su ungimiento y se irá como vino, pensando en su objetivo principal, la elección del 18 y de los estados donde pueda obtener los votos que permitan al PRI mantener la Presidencia de la República. Obvio que aquí no.

Por qué se ha dicho tanto sobre la visita de Ochoa Reza al sur del estado (para no decir Baja California Sur, porque el norte también existe). Tal vez porque los priistas locales  quieren que alguien de fuera venga arreglar el desorden que los de aquí crearon. Erróneamente apelan a las viejas prácticas de cuando eran gobierno y que si alguien se saltaba las trancas, desde el centro le jalaban las orejas y se alineaba o se quedaba fuera del presupuesto. Hoy ya no puede ser así, porque son oposición, pero como no les cae el veinte todavía, se la pasan esperando que "papá nacional" venga a regañarlos y listo, las aguas vuelvan a su nivel, pero no, porque curiosamente cuando cualquier partido se vuelve oposición, sus militantes se asumen con la libertad de elegir y opinar libremente, porque ya no pueden subyugarse a algo que ya no tienen: el poder.

Está bien visto que este enfrentamiento del PRI contra el PRI, ha dejado tremendas abolladuras; que digo abolladuras, cráteres, al partido tricolor en la entidad. Está en la lona y no sabe como levantarse. Su principal activo, Ricardo Barroso (por ser el más reciente contendiente a la gubernatura) lo traen cocido a moquetazos. A Esthela ni se diga, por las dudas y malas cuentas que le adjudican, a su paso por el Ayuntamiento Paceño. Y a Isaías pocos le creen, por ser como el jabón, que se resbala fácilmente.

De tal manera que, al igual que ha sucedido con anteriores dirigencias nacionales, Ochoa Reza no se meterá en más bretes. Baja California Sur no es prioridad, porque además de estar pintado de azul, electoralmente no representa una buena inversión, por tan poquitos votos. No se cree el cuento de que cien o 150 mil votos pueden definir una elección presidencial. Desde luego que en la entidad se hará la luchita, nada más por no dejar, pero así como que ir con todo, ni que fueran Moreira. Si los panuchos tienen fallas evidentes en estos próximos cuatro o cinco años, puede que le apuesten; si no,  para qué tanto brinco, estando el suelo tan parejo.