Hay un individuo que despacha como presidente del PAN en Baja
California Sur. Rigoberto Mares se llama. Desde esa posición, se la pasa
descalificando cada acción de gobierno de Peña Nieto, pero curiosa o
contradictoriamente, esa política federal es la que está haciendo fuerte al
gobierno panista de la entidad, que actualmente no da pie con bola en acciones
concretas, que puedan traducirse en la ruta hacia un mejor futuro.
Llámese política energética o fiscal, que podrán no
gustarnos, porque significan más cargas económicas a la economía familiar, sin
embargo esa arbitrariedad que comete la federación en contra de los ciudadanos,
termina siendo la que soporta la mayor inversión que realiza la autoridad
estatal, por lo cual, a final de cuentas, el susodicho dirigente termina
escupiendo para arriba o si lo prefiere,
la mano que le da de comer, porque hasta su sueldo sale de ahí.
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| Rigoberto Mares |
Pero poco o nada se le ha escuchado decir al Rigoberto, sobre
el baño de sangre que vive la Paz y cuando se ha atrevido, nuevamente saca la
excusa más socorrida de culpar al gobierno federal. Tampoco ha mencionado algo
sobre la falta de obra pública, ya que lo poco que se ha hecho, ha sido con
recursos federales, algunos de ellos gestionados por anterior administración
estatal. Y que me dicen de los alcaldes, que no pasan de andar inaugurando
fiestas del pueblo y coronando a las flores más bellas o repartiendo despensas
en colonias y comunidades, para matarle el hambre a la gente, unos días.
Las chapucerías del Rigo, desde luego que no son de su
creación, ya que forman parte de la estrategia panista en su proyecto de estos
seis años -que ya casi quedan cinco y no se ve claro- para mantener posicionado
al partido y desde luego a los gobiernos locales en la actualidad, a fin de que
Baja California Sur siga siendo azul, sin embargo, no estaría mal que le
empezarán a medir el agua a los camotes, ya que todavía falta mucho para pensar
que los acuerdos y los personajes, van a sostenerse cuatro años más.

