* 17 años sin el poder para el priismo choyero.
Las noticias más escandalosas del
reciente fin de semana , fueron la del nacimiento del borrego cíclope allá en
el valle y la visita de Enrique Ochoa Reza, el nuevo mandamás del PRI nacional.
¿Coincidencia del borrego con el borreguismo más arraigado?. Pues será el
sereno, pero ahora en Baja California Sur tenemos a un borreguismo, perdón,
priismo que casi no ve, como el borrego comundeño, que no alcanzará a ver muy
bien con un ojo y lo que es peor, le depara una muy mala vida en esas
condiciones, igual a lo que puede pasarle a la militancia priista, ahora que su
estrenado dirigente nacional, no les resolvió mucho y solamente cumplió con el
trámite. Si no se dan cuentan de eso, no se darán cuenta de nada. Es lo malo de
tener un solo ojo.
En anterior columna señalábamos
que al PRI sudcaliforniano, solamente lo puede salvar el PRI sudcaliforniano,
porque es aquí donde se ha gestado todo el problema y aquí es donde se debe
resolver. El CEN tricolor ya está hasta la coronilla de andar buscando desmadejar
hilos a los que no les encuentra las puntas, además de lo ocupados que andan en
otros deberes más importantes. Al PRI sudcaliforniano lo que hace falta es
tener un líder con el respaldo de todas las fuerzas políticas, que pueda ir a
México con la plena seguridad de que presentará cuentas decentes y no
espejismos o parcialidades de grupo, porque a final de cuentas, eso termina
aniquilando cualquier intento de recomposición.
La visita de Ochoa Reza tuvo la
carga de ese folklor choyero que viste a la política. Un poco de aplausos, otro
poco de risas, algunas cosas serias, otras ridículas, pero a final de cuentas, en
medio de ese jolgorio lleno de esperanzas, los priistas no sintieron el
calorcito que deseaban de su líder nacional y más bien como que se acentuaron
las dudas e incertidumbres sobre el futuro como militantes o simpatizantes del
Revolucionario Institucional.
Desde luego que es bueno que su
líder nacional los visite y se hagan planes, pero como que ante las circunstancias
particulares del PRI en Baja California Sur, donde tres principales grupos se
cargan unas moquetizas de aquellas, ya es tiempo de que hagan una pausa y se den atención especial,
porque no es poca cosa que a 17 años y medio de haber perdido el poder en la
entidad, no hayan encontrado la fórmula para recuperarlo. Al contrario, al más
puro estilo perredista, se han dedicado a ponerse piedras, que digo piedras,
rocas en el camino entre ellos mismos y tratan de bloquear cualquier intento de
avance.
Algunos lo hacen por venganzas
políticas, otros por pactar con el poder en turno y otros más porque simple y
sencillamente consideran que se la merecen y por lo tanto, al más puro estilo
del amante celoso "si no soy yo, no será nadie", matan cualquier
posibilidad de volver a los momentos del gloria. La situación es tal, que
cualquier priista que asoma la cabeza para decir esta boca es mía, luego, luego
cargan contra él y lo dejan como santocristo.
Tan así es la situación en el
Revolucionario Institucional, que ni siquiera ha sabido ser oposición ante el
gobierno panista. Salvo algunas expresiones de su presidente actual, que más
bien son de respuesta a lo que dicen los panistas, por lo demás no hay mucho.
Lo más reciente fue la postura de Barroso ante las narcoejecuciones y la obra
pública federal, que se cuelga el gobierno estatal. De ahí en fuera, la mayoría
de los cuadros prefieren verse más bonitos, así calladitos. Hasta pareciera que
prefieren estar con melón que con sandía. Así como pues!!
Si bien esa es una posición
cómoda para algunos, no lo es para todos. El PRI en la entidad necesita ser
actuante, tanto al interior como al exterior. Ya deben de olvidarse los viejos
tiempos en que todo se decidía desde el centro. Ahora el CEN quiere la ayuda de
los estados, siendo propositivos y con iniciativa. Pero como aquí todos están a
la espera de que desde allá vengan a decirles qué hacer y con el desorden que
se cargan aquí, pues bonito negocio. Si siguen así, el borrego cíclope va a
vivir más tiempo que el priismo choyero. Ya verán.

