miércoles, 10 de agosto de 2016

PRI, inoperancia sospechosa



- El tricolor en BCS no ha podido repuntar

Inusitadamente, el PRI el Baja California Sur no ha podido retomar el camino. Contrario a lo que se hubiera pensado, gobiernos van y gobiernos vienen y el tricolor choyero sigue sumido en el caos y a veces cuando se piensa que ya pasó lo peor, dan otro paso al vacío y ya no se entiende si todo este desbarajuste es producto de la falta de liderazgo o de la infiltración oficial, que busca incrementar este río revuelto que le permita asegurar otros seis años del gobierno azul.

Varios son los indicios que hacen sospechar que aquí hay contubernio de algunos malos priistas, con los "despreciables" priistas, esos que ahora son panistas. Una muestra de ello es, la considerable cantidad de priistas incrustados en la nómina estatal y de los cinco Ayuntamientos, hoy panistas y que pertenecen a los tres principales grupos políticos al interior, que encabezan Esthela Ponce, Ricardo Barroso e Isaías González. Es decir, luego de la elección del 2015, varios militantes y simpatizantes del PRI, mantuvieron o consiguieron chamba en las dependencias de los gobiernos locales.
Esthela Ponce

Isaías González

Esto ocasionó la molestia de muchos panistas o simpatizantes del proyecto de Carlos Mendoza Davis, ya que fueron desplazados por esos priistas buscachamba, mandándolos al desempleo o a puestos más bajos. Algunos incluso, que en campaña despotricaron en contra del hoy gobernador blanquiazul, actualmente gozan de las bondades del presupuesto estatal. Es decir, que con tal de seguir quemando al rancho vecino, el PAN-Gobierno ha otorgado al perdón a muchos priístas que hoy se muestran dóciles y sumisos ante el nuevo patrón. Y es que cuando la necesidad es mucha, la dignidad se olvida.

Otro indicio. La férrea defensa de su posición que ha hecho Mundo Salgado, en la presidencia estatal del Revolucionario Institucional. Para todos resulta extraño que tras la derrota del 2015, no haya aventado la dirigencia estatal. Hasta pareciera que el fracaso del año pasado, estaba dentro del presupuesto. No es y por mucho, el mejor presidente del tricolor, pero se antoja difícil verlo pactar con el PAN, a menos que desde arriba se lo exijan. Se sabe de la afinidad que tiene con Ricardo Barroso, quien lo puso en el cargo. Pareciera que los dos saben quienes le están jugando chueco al partido y no les piensan soltar la entrega total del PRI al gobierno estatal. El líder nacional priísta, Ochoa Reza, está próximo a visitar Baja California Sur. Ahí se develarán muchas incognitas.


Ricardo Barroso
Y el principal indicio es la persistente insistencia de Isaías González de apoderarse del PRI. Ha hecho de todo con tal de que Mundo Salgado salga de la dirigencia estatal y no ha podido. Obviamente que la desesperante actitud del líder vitalicio de la CROC no es por cuestión de ideología o de unidad partidista. Bien sabido es que Isaías sabe acomodarse a los tiempos y las circunstancias políticas y así, si alguna vez ya fueron perredistas, por qué no ser panista. Tener al PRI en las manos significaría para Isaias la posibilidad de fortalecer su franquicia gremial, utilizando al PRI como arma negociadora.  De eso sabe bastante.


Así las cosas, los verdaderos priistas, esos que de corazón han apoyado a su partido, ya sea por tradición familiar o por gusto personal, ven con tristeza como la catedral construida por gente como Ángel César Mendoza Arámburo, Alberto Andrés Alvarado Arámburo, Félix Agramot Cota y otros más que forjaron las bases del priismo estatal, hoy se encuentra en ruinas, mendigando favores y perdones, sabedores que la culpa es de ellos mismos por no haber puesto un alto a tanto sinvergüenza y vividor que llegó a la estructura de mando del PRI, solamente para servirse de ella.