-La necesidad de regenerarse en BCS.
Para los "fieles",
Morena (Movimiento de Regeneración Nacional) es la esperanza de México, porque
así lo ordena su creador. Para el mercado potencial de ese partido, que son los
indecisos y los chapulines de partido en partido, aún es un misterio lo que va
a suceder con ese organismo político, porque su propuesta sigue siendo inconsistente,
al igual que sus cuadros directivos, que para nada pueden ser la salvación de
una sociedad cada vez más agraviada por las políticas gubernamentales.
Evidentemente que Morena, desde
la concepción de sus siglas y los espots de su dueño, es más un chiste que una
realidad. Pero se ha convertido en el refugio de los resentidos que quieren el
poder por el poder o que pretenden regresar a él, sabedores de lo bien que se
puede vivir desde ahí o en palabras llanas, que son unos vividores de la
política. De ahí en entrecomillado de los "fieles" que mencionó al
inicio de esta columna, ya que éstos han encontrado ahí, su reducto para seguir
consolidando su patrimonio personal, en lo económico e ideológico.
La zona de confort en la que se
mueven los "morenos", les permite lanzar críticas, denostaciones y
mentiras a diestra y siniestra, como una forma de causar inquietud en la
sociedad, que nada más quiere tantito para prenderse. Aprovechan la fragilidad
social y la desesperanza, para generar inestabilidad en las comunidades, pero
poco tienen de propuesta y la que hay, está muy salida de tono, como esa que se
promueven actualmente, de que no habrá examen de admisión en universidades,
como si atiborrar de alumnos las universidades fuera la solución al problema de
la educación profesional.
Y esas son las propuestas que
vienen del proyecto nacional, pero en el plano local, nada se sabe de la
construcción de una mejor sociedad por parte de Morena. No sabemos si Víctor
Castro, expresidente municipal con magros resultados o si el dirigente del
sindicato de gastronómicos, Alberto Rentería, quien "logró" el cierre
del hotel Los Arcos y que son los "manda más" de Morena en la
entidad, se encuentren atareados diseñando el plan de desarrollo para Baja
California Sur y están por darnos una sorpresa (ajá!!)
Porque lo único trascendental de
Morena en el estado, fue la pasada visita de su dirigente nacional, Andrés
Manuel López, quien como muchos líderes nacionales, vino, dijo, vio y se
marchó. Pero para sus seguidores aquí, fue el momento del año, porque así se
los hicieron creer. Para los directivos, fue el momento ideal para tomarse la foto
con él y de esa manera, seguir cosechando para su parcela y de Morena "ni
me acuerdo".
Que le queda a Morena en Baja
California Sur. Pues, paradójicamente, regenerarse, porque con esos cuadros no
hará mucho, principalmente por lo cuestionados que están sus dirigentes y demás
fauna de acompañamiento. No puede seguir esperando actuar en base a la
movilización social, que atente contra los ciudadanos, porque entonces, esos
votos probables se esfumarán. Tampoco puede esperar los tiempos electorales
para hacer presencia. La oposición que han dejado el PRI y el PRD, unos por
intereses y otros por desorganización, la puede asumir Morena. Pero no quiere.
Se entiende que Morena tiene
dueño y no se manda solo, pero con resultados, las cosas podrían ser distintas,
aunque para eso, se requiere de líder capaces y comprometidos con el proyecto
pejejista y los actuales solo quieren llevar agua a su molino. La sociedad está
sufriendo porque la respuesta gubernamental no llega; es la oportunidad del
morenismo, pero ya no crispando más los ánimos, sino exigiendo resultados al
gobierno en base al diálogo y a propuestas viables o de plano crear al Morenaso
(Movimiento de Regeneración Nacional y Social), por si al Mesías de Macuspana
le molesta el razonamiento.
