viernes, 5 de agosto de 2016

BCS, gobierno a la antigüita


* Urge una nueva forma de hacer política.

El esquema de la vieja forma de hacer política va de salida. Cada vez más la sociedad deja menos margen de maniobra a los gobiernos, para que puedan actuar a sus anchas, como está sucediendo en Baja California Sur, donde en los dos principales municipios, Los Cabos y La Paz, así como en el Gobierno del Estado, los estrategas de la mercadotécnia gubernamental y los operadores políticos, tardan y gastan más en resolver una situación de crisis. Si es que se dignan atenderla.

Lo que estamos viendo a nivel nacional, con las negociaciones entre el gobierno federal y la CNTE, en una muestra de ello, porque con o sin razón, los ciudadanos han encontrado la forma de intimidar, secuestrar y hasta controlar al gobierno en determinadas decisiones, vía la movilización social, que en el caso de Baja California Sur, podría traducirse en un duro golpe a la economía local, porque ante una revuelta, los primeros en correr serían los turistas.

La lección que se está viendo en otros estados, parece que no ha sido considerada en la entidad, donde las cosas se siguen haciendo al viejo estilo. La operación política no la hay o no ha cuajado como debiera. Los actos gubernamentales se quedan en la simple foto y el discurso. Se piensa que con lo superficial basta para convencer a la gente y no se quiere establecer un compromiso real con los ciudadanos, para resolverles sus principales demandas. La falta de recursos públicos es el argumento, pero no entienden que una adecuada respuesta, así sea negativa, puede ser suficiente.

Las peripecias que viven los ciudadanos para obtener algún bien o servicio, sigue siendo igual que en otros tiempos o quizás peor, porque antes no había gasolinazos tan frecuentes. Ni se diga de los padres de familia para completar la despensa. O las dificultades que representa obtener servicios de salud y educación. Las cosas no han cambiando en Baja California Sur, respecto a la forma de trabajar de sus autoridades, pese a que las condiciones sociales si lo están haciendo.

Esta es una entidad con mucha riqueza natural, que los intereses económicos y políticos han impedido aprovechar racionalmente. Es un estado rico, con un pueblo cada vez más pobre. Si las autoridades municipales y estatales no asumen con decisión este reto y se olvidan de grupúsculos, será presa de ellos y al rato, ni para adelante ni para atrás, porque quedarán sometidos a las decisiones de los intereses insanos de movimientos sociales, que en ocasiones hasta son importados.

Desde luego que hay focos rojos en asuntos de tenencia de la tierra, inversiones, laborales y medio ambiente, entre otros. Si no se atienden con anticipación, luego no podrán contenerse, como pasó con el narcotráfico. La estructura gubernamental está penetrada por la corrupción. Muchos son los que sacan tajada de lo que se haga o deje de hacer. Si esto sigue así, poco puede esperar el pueblo de sus autoridades.

Qué le está faltando a los gobiernos locales. Visión y estrategia y posiblemente las tengan, pero no hay quien las implemente. El gobernador no lo puede hacer todo. Pero sí puede poner a la gente idónea en esos cargos. Al cumplir su primer año, en septiembre, Carlos Mendoza deberá hacer ajustes en su gabinete, porque sabe que no puede seguir así. Las cosas no le están saliendo como lo hubiera querido y eso le molesta.



En estos tiempos de redes sociales, que crispan el resentimiento ciudadano, los gobiernos deben pensar en una nueva forma de hacer su trabajo. Olvidarse del discursito fácil y hablar con la verdad al pueblo. Eso del "estamos haciendo", "estamos creando" o "estamos gestionando", ya no pega, porque la gente, antes de pensar en un mejor futuro, quiere tener un confortable presente. Y si para eso, le cuelga, imagínese para el eslogan gubernamental!.