viernes, 2 de diciembre de 2011

Axxel, el Descaro

Con el más grande de los descaros, el diputado del PRI, Axxel Sotelo Espinosa de los Monteros, presentó iniciativa para derogar el impuesto estatal de la tenencia vehicular, cuando éste todavía ni se empieza a cobrar, porque ese mismo diputado y los otros 20 que integran la décima tercera legislatura local, lo aprobaron apenas el pasado 19 de octubre y entrará en vigor a partir del primero de enero del 2012.
Siempre pareció sospechoso que los diputados de “oposición”, no hayan dicho ni pío cuando se sometió a votación la iniciativa enviada por el gobernador del Estado. También siempre se sospechó que la aprobación unánime del impuesto, obedeció a acuerdos en lo oscurito, para que todos los legisladores pudieran obtener alguna cuota, política o económica. Las barbaridades del diputado Sotelo, prácticamente están poniendo al descubierto el entramado.
¿Por qué ahora ese cínico diputado y seguramente todos los de su fracción, agarraditos de la mano con los del PRD y la “cachaelevaditas” del Panal, Guadalupe Olay, dicen que siempre no y que mejor que no se cobre el impuesto?. La respuesta es clara: porque la fracción del PAN no aceptó los millonarios endeudamientos que pretenden los Ayuntamientos de La Paz y Los Cabos, en manos del PRI y del PRD, respectivamente, dinero mediante el cual se pretende financiar las campañas políticas del año entrante, aunque se asegure que es para la realización de obras.
Hoy que los diputados del bloque PRI-PRD-PANAL, que hacen mayoría, se enfrentan a los del PRS-PAN y la abstención de una diputada del PRD y la indecisión del legislador de Convergencia, debido precisamente a esos créditos aún no autorizados, el diputado Axxel Sotelo se está ganando a pulso el apodo de “El Bombero” y no porque ande apagando el incendio en que se ha convertido el Congreso del Estado, sino porque va de regada en regada, ya que con su actitud está demostrando que efectivamente, la aprobación de la tenencia vehicular estatal fue un decisión hecha a espaldas del pueblo, lo cual no sorprende pero al menos otros guardan las apariencias.
Pero fíjense bien hasta donde llega el descaro del este diputado priísta. En su propuesta presentada ayer jueves en el poder legislativo, dice que “rectifiquemos la decisión de sustituir el impuesto federal de la Tenencia y Uso de Vehículos por el Impuesto Estatal Vehicular mediante la eliminación total de este gravamen, en apoyo a la economía familiar, con el fin de animar a la población al uso de vehículos nuevos que eviten el deterioro ambiental en nuestro estado, pero sobre todo en un acto legal y justo de un impuesto que debió extinguirse desde hace más cuatro décadas.”
O sea, más descaro no puede haber, porque esto quiere decir que el pasado 19 de octubre o sea, hace cosa de mes y medio, el diputado del PRI no se habían dado cuenta de que hace falta apoyar a la economía familiar o sea que ellos ni en cuenta con la crisis y la pobreza que afecta a las mayorías, con eso de que los diputados perciben jugosos salarios. Aunque a ciencia cierta, deberíamos darle el beneficio de la duda al diputado, porque tratándose de legisladores, difícilmente pueden enterarse de lo que ocurre en sus distritos, porque para ellos no hay más compromiso que el de sus familias y los líderes del grupo al que pertenecen.
Este diputado dijo otras burradas, pero con este párrafo nos basta y sobra para conocer la clase de calaña que es, porque eso de que él considera que se apoya la economía familiar con la compra de vehículos nuevos, pues la verdad que no se sabe de que “familias” está hablando, porque en las colonias si se llega a un modelo 2000 ya es demasiado. Y lo peor es el remate del párrafo cuando Axxel Sotelo habla de que su propuesta es un acto legal y justo, porque el impuesto (federal) debió extinguirse hace más de cuatro décadas. Ahí sí que de plano la cajeteó gacho, porque significa que el 19 de octubre Axxel Sotelo no sabía que el impuesto fue creado en 1968 para financiar los juegos Olímpicos, pero que ahora que ya se enteró (el enterado le dicen), piensa que mejor no debe existir. Y más aún, que el impuesto fue creado por el gobierno del priísta Gustavo Díaz Ordaz, que fue quien a final de cuentas determinó que ese gravamen permaneciera hasta nuestros días.
Así pues, si el PRI a nivel nacional parece levantar el vuelo, en Baja California Sur la sangre nueva está empeñada en dar al traste a esa dinámica o lo que es lo mismo: “no me ayudes compadre”.