Risa e indignación es lo que me da cada que veo, leo o escucho que las autoridades dicen que ahora sí, van a promover el turismo en La Paz y en todo Baja California Sur. Y es que no se cómo quieren ofertar a la capital sudcaliforniana en el mercado nacional e internacional, cuando la ciudad está pa’ la fregada. Y lo mismo pasa en el resto del estado, a excepción de Los Cabos que ya camina solo.
Si piensan los gobernantes que con el sólo malecón paceño ya se tiene ganada la tirada, están muy equivocados. En infinidad de ocasiones me ha tocado ver turistas bastante despistados, caminando como si estuvieran desarrollando algún deporte extremo, porque no saben qué va a pasar durante su travesía por callejuelas de la ciudad.
Siendo La Paz un sitio que no tiene más que apostarle al turismo, no cuenta con la infraestructura mínima para ello: oficinas accesibles, personal calificado, señalización estratégica, transporte de calidad y para no ir más lejos, imagen urbana.
¿Tendrán nuestras ilustres autoridades, diseñado un plan estratégico para atraer a los turistas?. Pienso que no, porque si así lo fuera, se notarían los cambios. Pero lamentablemente, como en muchos otros aspectos en los que La Paz está rezagada, el turismo prácticamente está secuestrado por una serie de intereses económicos y políticos, donde lo único que prevalece es favorecer grupos y personas que siendo ricas, quieren seguir aumentando su riqueza y mientras tanto, la ciudad que se muera de hambre.
Un ejemplo es el del transporte público, porque si usted no se ha dado cuenta, por el malecón no circula ninguna unidad del transporte de pasajeros. Y hacen bien quienes tomaron esa medida, porque con lo desvencijadas que están las unidades, flaco favor harían a la ciudad si lo que se pretende es dar una buena imagen. Pero en contraparte, es una necesidad tener transporte ahí, pero para ello se requiere contar con unidades adecuadas, que no se les salga una llanta a medio camino o que no vayan haciendo ruidos por todos lados, como borracho a la mañana siguiente.
Imagínese Usted a los gringos usando los actuales vehículos del transporte, con una tabla para sentarse o con asientos para tres nalgas, porque aunque usted no lo crea, hay muchas unidades que cuentan con esos asientos donde cabe una persona y la mitad de otra. O sea, quién en su sano juicio tendría un transporte urbano así. Pero si se da cuenta, las autoridades municipales y estatales, poco o nada hacen para corregir el problema. Para ellos la única misión en cuanto a turismo es que haya vuelos y hoteles. Lo demás lo consideran folclor.
La conectividad aérea es importante al igual que los hoteles, pero si las acciones se van a quedar hasta ahí, muchos serán los que no vuelvan y lo que es peor, los que hablen mal de los servicios turísticos en La Paz y en todo el territorio sudca. Seguramente algunos ya lo han hecho, porque se podrá contar con grandes bellezas naturales, pero si no hay quien las muestre con las adecuadas comodidades y seguridad, de nada servirán.
Al turismo no hay que echarle porras, sino hacer las cosas bien. Los que deciden al respecto, no deben buscar justificar la chamba, sino tener la pasión y el compromiso por ordenar una actividad a la que no se le ha sacado el jugo suficiente. La autoridad debe hacer a un lado compromisos e intereses particulares o de grupos y dejar de creer que las cosas se arreglan con discursos y propuestas o de lo contrario, nos seguirán comiendo el mandado.