viernes, 29 de septiembre de 2017

Marketing de la Desgracia



Los partidos políticos, todos, no pierden ocasión para sacar raja electoral en todo acontecimiento o situación que se presente, así sea una desgracia.
Los terremotos ocurridos recientemente en el centro y sur del país, han dado buena cuenta de ello, cuando, forzados por el colectivo ciudadano, sus dirigentes se volvieron probos representantes de la solidaridad, la humildad y el compromiso social.
Y así, establecieron una verdadera carrera parejera, en materia de porcentajes y montos que darían a los dineros públicos, que reciben cada año para su sostenimiento.
La propuesta surgió en las redes sociales, no sabemos si de manera orquestada. En sus inicios se habló de un 20 por ciento del dinero de los partidos para atender la emergencia. Por ahí un partido habló del 25 por ciento; otro le aumentó al 50 por ciento y lo último que supimos es que el partido del gobierno se comprometió a dar el cien por ciento.
Hasta ahí todo hubiera sido más o menos aceptable y no habría mayor motivo de discusión, aunque sabemos que así como el mexicano es muy solidario, también es muy mitotero.
El asunto es que, más por interés partidista que por convicción social, los dirigentes, militantes y simpatizantes de equis o yé partido, se han dado a la tarea de replicar su propuesta y a lanzar puyas a los adversarios, convirtiéndose esto ya, en un arranque de campaña rumbo al 2018.
Triste, muy triste que hoy los partidos políticos pretendan vestirse de héroes de la tragedia. Lamentable el oportunismo y el agandalle, normal en los partidos, pero no en momentos de tristeza e incertidumbre para muchos que lo perdieron todo.
De sobra sabemos que los partidos se hubieran mantenido ajenos a la desgracia, de no ser por la exhibida que le dieron los ciudadanos. Si acaso hubieran salido con el clásico donativo de un mes de sueldo de sus funcionarios. Si acaso.
Afortunadamente cada vez son más los que se dan cuenta de la farsa de estos partidos y están dispuestos a no dejarse cegar por la mentira y la hipocresía política, que mucho daño a causado al país, durante tantos años.
Que bueno que cada vez son más los ciudadanos que hacen a un lado los atavismos políticos e institucionales y actúan por voluntad propia ante una situación de emergencia, como se vio en el rescate a quienes quedaron atrapados entre los escombros.
Son ellos, como Usted, los que dan por los demás lo poco o mucho que tienen, sin esperar algo a cambio. Son ellos los que están operando el verdadero cambio, con su fuerza de trabajo, su honestidad y su sentido humanitario. Son los verdaderos héroes de la nación. Los otros, los partidos, son simples cacha elevaditas, en busca de votos.